Extractos
- jugemichiels
- 19 may 2015
- 1 Min. de lectura
Las cosas más simples arrastran consigo los recuerdos más profundos y olvidados. Un olor, una cara conocida, una mano suave.
La inspiración es así como una tormenta de verano. Llega de repente, violenta, invasor; dura lo que tiene que durar para regar las ideas; y se va, así como llegó, dejando la mente fértil y lista para ser cosechada.
Qué maravilla la de la mente, la de existir.
Y las palabras... Ay! Las palabras...
Libres eran y libres serán.
Hermosas como las estrellas.
Nunca imaginadas pero siempre presentes.
Como la musa de medianoche.
Qué maravilla la de la mente, la de existir.
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